Así, como quien no quiere la cosa, ayer caí en la cuenta de que hace ya cinco años de la primera vez que fui a Honduras.
Ayer, también, cumplía años Don Moncho. Un amigo. Un ejemplo. Una leyenda.
Días para pensar y recolocar. Tiempos para actuar.
Así, como quien no quiere la cosa, ayer caí en la cuenta de que hace ya cinco años de la primera vez que fui a Honduras.
Ayer, también, cumplía años Don Moncho. Un amigo. Un ejemplo. Una leyenda.
Días para pensar y recolocar. Tiempos para actuar.
Las venas siguen abiertas en América Latina.