En un ejemplo de coherencia y de liberalismo puro y duro, el Partido Popular ha llegado al extremo de privatizar el miedo. Así es.Tal y como salía ayer a los medios, con la nueva Ley de Seguridad se posibilita a los integrantes de la seguridad privada (seguratas) a realizar funciones que antes estaban reservadas a las Fuerzas de Seguridad del Estado. El vigilante del Alcampo podrá cachearte, pedirte documentación y detenerte. Se rumorea que la idea de que cualquiera te pueda cachear ha sido propuesta directamente por Mariano Rajoy, pero no vamos a entrar en cotilleos. Yendo un poco más allá, vemos que servicios como la vigilancia de cárceles y de esas infames cárceles para inmigrantes que son los CIE podrían pasar a la seguridad privada. Esto podría ser un dramático paso previo a la privatización de las cárceles (con los efectos devastadores que está comprobado que tiene en países como Estados Unidos). La seguridad como negocio. La represión y el miedo, como estrategia.
Una vez más, y como siempre, desde el Mundo de Mañana queremos apoyar al gobierno con sugerencias e ideas para llegar de una manera más efectiva a sus objetivos. Un vigilante de seguridad no necesita ni un mes de formación (ni mucho menos oposiciones) para serlo, es por ello que vemos relativamente fácil ampliar el espectro propuesto por el ministro del Interior y buscar otros colectivos que también podrían ocuparse de que nadie proteste y todo el mundo se esté quietecito y callado en su casa. Como no queremos hacer este favor a la patria nosotros solos, una vez más os pedimos vuestra opinión a través de la Encuesta de la Semana para hacérsela llegar a las altas esferas. Así, la pregunta de esta semana no podría ser más clara: «puestos a reprimir y meter miedo, ¿a quién más podrían darle autoridad para realizar detenciones en la calle?».
¡Ale, seguro que se os ocurren más alternativas! ¡No dejéis de comentarlas! ¡Y votad, maldita sea!
Mi argumento, en este mundo globalizado, creo que es válido. Sintiéndome, como me siento, ciudadano de un mundo sin fronteras y partiendo de la base de que en España los partidos que nos gobierna cada vez representan menos a nadie, tengo todo el derecho del mundo a pedir que mi presidente sea Pepe Mujica. Me acojo incluso al recién bautizado (en este mismo momento que escribo esta línea) derecho a la vergüenza ajena. En este mundo finito de horizontes cada vez más estrechos uno debería poder elegir, si es que hubiera que elegir un gobierno que fuera más allá de nuestra sana conciencia, al gobernante con el que más se sintiera identificado o, cuando menos, al que menos le abochornase. En los extremos de ese amplio espectro, el de la identificación y el bochorno, se encuentran, por un lado, el presidente de Uruguay, Pepe Mujica, y el presidente de España, nuestro Mariano.
Tengo miles de argumentos para querer a un presidente como Mujica en la tierra que piso. Quizá en otro momento los exponga con más detalle, puede que acompañados de una recogida de firmas en Change, o Avaaz o una de estas para pedir que quiten a Mariano y nos lo traigan. Mientras tanto creo que me vale este vídeo que acabo de editar para el Mundo de Mañana en el que rescato fragmentos de los discursos de ambos presidentes ante la Asamblea General de la ONU el pasado mes de septiembre. La inevitable comparación habla por sí misma. Uno habla del futuro previsible y del deseable. El otro se encharca en el pasado más casposo e innecesario. Se lo dejo aquí para fomentar el debate y seguir abriendo nuestra mente política. Que lo disfruten (y lo comenten).
Sólo ha faltado que salga Mariano desde una pantalla (de plasma) cual comandante bolivariano a lo ‘Aló, presidente’ dando los nombres y apellidos de los afortunados. El paro ha bajado en 31 personas y el champán corre por Génova (a estas horas de la mañana). Soy absolutamente consciente de que el siguiente artículo breve carece de sentido. También lo soy de que no tiene mucha menos lógica que destacar a 31 personas como un dato estadístico significativo, ni tan siquiera como tendencia. La afiliación a la Seguridad Social ha bajado en 99.069 personas. Hechas estas aclaraciones, estrenamos el microespacio efímero ‘el Mundo de Mañana y las matemáticas’ para saber cuándo saldremos de la crisis.
Es muy sencillo. Nos han dado dos datos: a) que el paro ha bajado en 31 personas y b) que lo ha hecho en el mes de agosto, luego,
de esto extraemos, evidentemente, que el paro ha bajado a un ritmo de
Tengamos en cuenta que, redondeando, en España hay más o menos (entre apuntados y que hayan perdido la prestación)
Si quisiéramos saber, al ritmo de la gran noticia del día, cuántos meses quedan para salir de la crisis, partiendo de que un mes tiene 30 días, nos saldría lo siguiente:
pero, para verlo más claro, vamos a ir un pasito más allá y vamos a averiguar cuántos años quedan según estos datos para salir de la crisis. Teniendo en cuenta que un año tiene doce meses, realizamos la siguiente sencilla operación:
Y el resultado, amiguitas y amiguitos, que tanto tiempo llevamos esperando, la ansiada cifra de lo que nos queda para levantar cabeza es de…
¡Estamos saliendo! ¡Podemos! ¡Dieciséis mil seiscientos añitos de nada! ¡Vamooos!
En la imagen, el periodista Pepe Oneto haciendo clara referencia a las exclusivas de el Mundo de Mañana.
Cada vez quedan menos dudas. Primero fueron las fotocopias de los dichosos papeles de Bárcenas, más tarde los originales acompañados de la charla de cuatro horas con Pedro Jota, ahora los pantallazos de los SMS (eshe eme eshe) entre Mariano Rajoy y el ex tesorero. La cosa está a punto de estallar, en cualquier otro país con un mínimo de decencia ya habría habido unas cuantas dimisiones y, para colmo y desgracia de Mariano, no hay fútbol. Sin embargo, con todo, un inquietante silencio apático recorre las calles de nuestra geografía y no parece haber rastro de concentraciones numerosas frente a las afrentas que estamos viviendo en estos días.
Con su habitual ánimo investigador, el Mundo de Mañana bucea en la encuesta de esta semana en los posibles motivos que hacen que la gente todavía no haya tomado las calles para exigir la dimisión inmediata de Rajoy y la convocatoria de elecciones anticipadas. Quizá no sea más que una estrategia… pero es una estrategia que no entendemos. Es por esto que nos preguntamos: «¿Qué más tiene que hacer Mariano para que salgamos a la calle a exigir su dimisión?»
¡Voten, voten! ¡En esta ocasión, debido al choteo general reinante, pueden elegir más de una opción!
Bajo por Preciados después de una agradable tarde en la que he tenido tiempo de atosigarme a libros en La Central y disfrutar de un jugo imbebestible que sabía a verduras. El Sol, especialmente naranja, hace algunos minutos que se ha escondido pero aún nos regala algo de su luz. Es la hora en la que los mirlos cantan y las tiendas en rebajas dan por perdido el día. Casi llegando a Sol, te encuentro. Estás bajo los focos ya encendidos de los falsos soportales de el Corte Inglés. Llevas un pantalón corto negro de algodón y una camiseta blanca de verano de esas que terminan sus hombros y cuello en una suerte de puntilla gruesa que permite ver la piel. Tu melena rubia rizada está recogida en una coleta para evitar el sudor, sudor que empapa tu frente blanca camino de tu cara sonrosada del esfuerzo. En tu boca, una sonrisa imperturbable de alegría, de concentración y quien sabe si también de vergüenza, de timidez ante la exposición pública. Con todo, lo que llama la atención de ti, lo que hace que me fije en tu figura, es que estás dando toques con las rodillas a un balón. Algunos viandantes se detienen para observar tu peculiar ejercicio formando un fugaz círculo que pronto se deshace ante la falta de espectacularidad. Tú no dejas de sonreír. Ahí la tienen, una chica dando toques a un balón de fútbol en mitad de Preciados. Madrid es una ciudad increíble en la que cabe de todo.
Te observo sin detenerme. Estoy a punto de pasar de largo en mi recorrido hacia Sol hasta que mi curiosidad me lleva a fijarme en el cartel que acompaña a la bolsa de tela rosa en la que algunas personas han dejado monedas. No puede ser. No puede ser. Me detengo. Te miro, ahora sí, fijamente, con admiración. Admiro cada toque al balón, cada caída de la pelota, cada recogida y vuelta a empezar. ¿Cuántas horas llevarás así? ¿Cuánto has recaudado ya? ¿Cuántos años debes tener, veinte, veintiuno? Es imposible que sus padres lo sepan. Imposible. Con el alma encogida, un evidente nudo en la garganta y maldiciendo internamente a esta España del infierno me acerco a dejarte unas monedas, las que llevo. Intento sonreírte cuando mi mano pasa al lado del cartel que anuncia tu objetivo: «Pido para estudiar». En tu intento de darme las gracias, se te escapa el balón y casi me das en la cabeza agachada sobre el suelo. Te disculpas llevándote la mano a la boca. Nos reímos. Te deseo suerte. Sigo caminando hacia Sol, con la cabeza llena de voces y aguantando una lágrima mientras los mirlos dan paso al ruido de la noche madrileña.
A la par, horas después, mientras pienso cómo voy a escribir esto en el blog, se destapa la exclusiva bomba de Pedro Jota. Nuestro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy Brey, el notario de Pontevedra, ese que no estaba en política para enriquecerse, recibió aproximadamente 42.000 euros cada año en sobresueldos mientras fue ministro de José María Aznar. Mientras fue ministro, entre otras cosas, de Educación y Cultura. Para muchos hoy la noticia va montada en un pony y toma Lacasitos. Para mí, sin embargo, tiene el rostro de una joven dando toques a un balón para lograr su futuro que, quién sabe, quizá llegue a tener algo que ver con el nuestro.
Para hoy, únicamente una pista para el ministro al que le toque justificar esta vergüenza. En la línea de las comparaciones que le gusta hacer al gobierno de Mariano, diez mil millones de euros (10.000.000.000, en número), a razón de euro veinte por un café con leche, son 8.333.333.333,333334 cafés. De nada.
Gracias a ustedes por ayudarnos en la convocatoria de este sábado ofreciéndonos cada vez mayores razones #12M15M.
Ando liado hoy con la preparación del recital de poesía que mañana jueves daré en El Despertar, pero no quería dejar de compartir con ustedes esta exclusiva que nos regala la página Humor Indignado 99%. Al parecer el gobierno de Mariano Rajoy ha dado con la clave económica para hacer más llevadera esta crisis, especialmente en este frío invierno. Casi nada…
Les invito a que dejen, si les apetece, más ideas originales anti-crisis en los comentarios a esta entrada. Habrá premio para la más ingeniosa. Mientras, yo me voy a seguir con mi lectura de Thoureau y su ‘Desobediencia civil’, en esta manía que me ha dado por leer los libros que leyó Gandhi, y a perpetrar maldades para el recital de mañana. Estreno temporada. Invitad@s quedan.