Durante el mitin de las Generales de 2011 en Matadero leyendo la carta de mi amigo Erick Rivera // Foto: Thomas Cristofoletti
Es la hora. No me canso de decirlo. Se me hace tan evidente… Los ecos rebotan por todas las esquinas de la tierra, las voces conscientes son capaces de mirar al horizonte sin quemarse las retinas, los que fueron bautizados como «sin voz» gritan y su grito hace retumbar cimientos milenarios. Quizá, como decía Casaldáliga, sea «tarde, pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer futuro». Sea como sea, y sin quitarle nada de razón, es la hora. Algo nuevo está naciendo y, aunque muchos no sean capaces aún de intuir exactamente qué, lo cierto es que el sistema injusto que hemos conocido hasta hoy se encuentra herido de muerte y la puerta está abierta a las propuestas que piden otro mundo posible (y necesario). Es muy probable (yo así lo creo) que, como terminaba el mismo Casaldáliga en ese poema breve pero contundente como un himno, sea «tarde, pero es madrugada si insistimos un poco».
Son las 2:43 de la noche. Se me ha vuelto a ir la cosa de las manos. La gata Gipsy, resignada ya a unos horarios y unos ritmos que no entiende, duerme en mi regazo mientras escribo. De fondo, ‘Where the streets have no name‘ de U2 me acompaña como ya lo hiciera en los momentos previos de otra gran aventura. Os escribo, a todos mis amigos y a todos los seguidores de el Mundo de Mañana, para informaros de que, desde hace cuatro días, me he presentado como candidato a las primarias del partido Por Un Mundo + Justo de las que saldrá elegido el candidato para las Elecciones Europeas del 25 de mayo. Podéis imaginar mi emoción mientras escribo estas letras.
Soy militante de Por Un Mundo + Justo desde hace ahora seis años y desde entonces he tenido la oportunidad de luchar y crecer al lado de un equipo humano maravilloso, incansable y coherente. He conocido a grandes personas, he buscado en conjunto soluciones reales a la pobreza y he aprendido, desde lo pequeño, que hacer otro tipo de política es posible. El partido, por si su nombre no fuera lo suficientemente explícito acerca de sus intenciones y posicionamientos, lleva por lema que «el fin de la pobreza es una decisión política». Desde esa premisa, a lo largo de distintos programas electorales, líneas estratégicas, campañas y posicionamientos, pretende erradicar las causas de la pobreza en el mundo desde la mesa donde se toman las decisiones que afectan a los pueblos empobrecidos del Sur. Ser un ariete en los distintos parlamentos para todos esos países y comunidades que sufren los efectos depredadores del Norte sin tener ocasión alguna de votar o negociar en decisiones que les afectan directamente. Ser, a fin de cuentas, el altavoz de los ‘nadies‘ en este Primer Mundo que ahora descubre, con pánico, lo que es estar en una crisis a la que hemos forzado a continentes enteros durante siglos.
Me presento, como digo, y lo hago con la convicción (y la esperanza) de que otro mundo y otra Europa son posibles. Si me atrevo a dar este paso es porque me siento lo suficientemente arropado por compañeras y compañeros con los que he tenido el placer de trabajar a lo largo de estos seis años y porque siento, con la urgencia de la responsabilidad, que muchas voces y miradas queridas me traen hasta aquí. A finales de 2010, después del año que compartí con mis hermanos y hermanas de Honduras, tras los doce meses que marcaron un antes y un después en mi vida, al final de ese camino de crecimiento y compromiso para la eternidad con un pueblo y unas causas, les hice una promesa. Ellos me dejaban que me fuera a cambio de que yo fuese su «misionero allá en Europa», de que trabajase en su nombre por cambiar las injusticias que les bloquean a ellos y a tantos pueblos como el suyo. Yo sellé mi palabra, sin ningunas ganas de marcharme, con un anillo de madera de coco. Va siendo hora de cumplir promesas.
Estoy seguro de que será un proceso muy interesante y sin duda novedoso dentro de la política española (nuestros futuros compas de coalición Equo y poquitos más se animan a ello) que os invito que sigáis a través de los distintos canales y redes sociales del partido. Mis siete compañeros de primarias tienen mucho que ofrecer y que decir y desde ya mismo os animo a que echéis un vistazo a su propuesta y su discurso. Son un equipo excelente del que estoy orgulloso de formar parte. Sin duda, va a ser un proceso fascinante y que nos ayudará a seguir creciendo en el modelo de democracia en el que creemos.
Desde este mismo momento os invito a que me lancéis todas las preguntas, cuestiones y sugerencias que creáis oportunas para tenerlas en cuenta y entablar diálogos que nos ayuden, entre todos, a hacer política más allá de las urnas. Yo, por mi parte, intentaré abrir debates y temas de política europea en mi cuenta de tuiter para expresaros mis ideas y propuestas. En otra entrada cercana os hablaré en condiciones del Fraternismo, manifiesto ideológico elaborado junto a mis amigos Arturo Warleta y Paloma Rosado que forma la base de mi visión del mundo y de la revolución a la que estamos llamados las personas de este tiempo nuevo.
Es la hora. Una Europa que permite los paraísos fiscales de los opresores mientras dispara balas de goma a los que se ahogan a sus puertas es una Europa muerta. La gente clama un cambio necesario y desde la raíz. Es la hora. La mayor denuncia será comunicar, a voz en grito, la esperanza. Gritarles que sí, se puede.
Este fin de semana se celebrará, como cada año desde 2005, la Marcha hacia la frontera de Ceuta, un acto que pretende visibilizar la situación de tantas personas que tratan de llegar hasta nuestras fronteras dejándose la vida en el camino. El evento nació como una denuncia y una profunda repulsa por las catorce personas que perdieron la vida intentando alcanzar las fronteras de Ceuta y Melilla en el año 2005. Este fue, en palabras de los convocantes, «un episodio terrible tras el cual las autoridades marroquíes trasladaron y abandonaron a cientos de migrantes en el desierto sin ningún tipo de asistencia. Ocho años después, la caza y persecución de los inmigrantes en Marruecos continúa.»
Son muchas las voces que, tras la tragedia de ayer en Lampedusa, tragedia que aún nos tiene sobrecogidos, reclaman a la sociedad que el pesar les duré hasta que se cambié está injusta situación. Lo de ayer, por mucho que nos revuelva, no es nuevo. Es una situación desafortunadamente cotidiana fruto de leyes injustas y del Frontex con el que la Unión Europea protege sus fronteras, un Frontex que ya llega más abajo de Marruecos, obligando a las pateras a salir cada vez desde más abajo, y que atenta de forma más que patente contra los derechos humanos. Los cientos de vidas perdidos ayer en Lampedusa ya no son recuperables, pero los cientos que están por venir son evitables si ponemos este tema en los primeros lugares de la agenda política. No podemos olvidar que en escasos meses llega una nueva convocatoria para votar en las Elecciones Europeas.
Quizá aprovechando que lo tenemos dolorosamente reciente, merezca la pena visibilizar y apoyar la convocatoria de la Asociation marocaine des Droits de l’Homme y de varias organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes de este fin de semana. Para los interesados, dejamos el programa de actividades que formarán esta IX Marcha hacia la frontera de Ceuta, nuestra Lampedusa particular.
/PROGRAMA CARAVANA VALLA CEUTA 2013/
/Sábado 5/10 / 2013 (en Tánger)/
/10-13 H. Proyección de documentales/
/-Documental n ° 09 [ALECMA, FMAS, GADEM]/
/-Documental: el viaje de un migrante de Camara LAYE del CMSM/
/-Documental sobre migrantes [GADEM]/
/-La poesía de Serge Noël/
/16-18h. Charlas-debate/
/-Análisis sobre la situación del tránsito de inmigrantes en el Estrecho 2013 por APDHA/
/-Testimonio de Abdoul SAMATTE de la Asociación de senegaleses deTánger/
/20-22h. Teatro/
/-Grupo teatral de GUATEMALA sobre la migración/
/Domingo 6/10/2013/
/9h. Concentración en la Plaza de las Naciones Unidas de Tánger para partir posteriormente en caravana hacia la valla de Ceuta./
EL DERECHO HUMANO:
Artículo 13:
LOS DATOS:
LAS FOTOS (en dos bloques muy bien diferenciados):
El grupo que ha conseguido alcanzar la costa, retenido por la Guardia Civil y la Policía. / Foto: Cadena SER
La Agencia EFE dando el dato de que el «asalto» ha sido con «violencia». No se especifica de parte de quién.
LA DEFINICIÓN (de la RAE):
Asaltar: Acometer impetuosamente una plaza o fortaleza para entrar en ella escalando las defensas.
Hoy, como tantos otros días, la injusticia y el atentado a los Derechos Humanos se vuelve a hacer patente en las infames vallas de Ceuta y Melilla. Nuestro medios de comunicación, con su lenguaje belicista, lo siguen justificando criminalizando a los desposeídos. Si queréis más información (digna) sobre este suceso de actualidad, os invito a pinchar en este enlace.
El pasado viernes, RTVE nos sorprendía en su edición del mediodía del Telediario con este reportaje. No dura un minuto y en él se explican las «maravillosas condiciones» de las que disponen los inmigrantes en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE). Para ejemplificarlo, se van hasta el de Ceuta (que allí se llama CETI) donde, entre idílicas imágenes de la vida cotidiana dentro del centro, se ve un torpe delegado del Gobierno que no es capaz de justificar su existencia sin poner mil excusas y cara de Europa.
Se les olvida en este reportaje mencionar que los CIE no son ni más ni menos que cárceles para inmigrantes, unas cárceles racistas e ilegales según el derecho internacional que deberían estar prohibidas en nuestro territorio. Los CIE son nuestros pequeños Guantánamos, uno de los mayores atentados a los Derechos Humanos que hay en nuestro país. Se encierra a personas hasta seis meses (y si no consiguen repatriarles se les lleva a otro otros tantos meses) por el terrible delito de no tener papeles. No tener papeles, en realidad, según nuestros códigos, no es ningún delito, simplemente es una falta. Con todo, se llega a encerrar a personas hasta seis meses por esta falta separando a familias (hombres por un lado y mujeres por otro) y limitando su libertad. Se les olvida comentar también en el reportaje que son los primeros agentes externos que logran entrar a un CIE. Está prohibido. Tanto para ONG como para agentes sociales o garantes de Derechos Humanos. En un CIE, directamente, no se entra.
Uno, que precisamente conoce ese CIE, el de Ceuta, y tiene varias fotos muy distintas a lo que se ve en este dulcificado reportaje, para calmar su profunda indignación y cabreo ante este reportaje innecesario y mentiroso, lanza la Encuesta de la Semana. Así es, amiguitos y amiguitas de el Mundo de Mañana, hoy queremos saber, desde vuestro punto de vista, qué diríais que son los CIE según este vídeo de RTVE.
¡No dejen de verlo! ¡No dejen de responder!
Un padre perdido y sólo en medio del desierto del Sáhara buscando desesperadamente a su compañera y a su hija de cuatro años, las cuales, a su vez, han emprendido semanas antes una ruta imposible a través de ese mismo desierto camino de España, donde creen que todavía sigue encerrado el hombre que está detrás de ellas. No es el argumento de una película. No se trata de una novela de algún autor New Age con una enrevesada metáfora sobre la vida y el destino. Pasó. Y pasó muy cerquita de aquí, en una historia que comienza con una travesía de cuatro años por África camino a la prosperidad y tiene su trágico punto de inflexión en el siniestro CIE de Málaga.
Debido a mi trabajo junto al partido Por Un Mundo + Justo he tenido la ocasión de acercarme y visitar en dos ocasiones el CIE de Ceuta (allí CETI), la última con motivo del comienzo de la campaña electoral de las pasadas generales. Tras la ya tradicional «pegada» de carteles en la valla infame que separa los dos continentes como gesto de denuncia y como símbolo del punto donde comienza esta lucha, iniciamos el ascenso a la colina donde lxs inmigrantes son encerradxs por el mero hecho de serlo. Las historias que allí se narran parecen sacadas, si no de una película de ficción, al menos relatadas desde un país lejano tanto en kilómetros como en derechos. Sin embargo son historias que pasan dentro de las fronteras de nuestro territorio nacional, atravesando los no más de 14 kilómetros del Estrecho de Gibraltar, en ese mundo irreal y como sacado de otro siglo que es Ceuta. Familias ahogadas al intentar cruzar a nado la escasa distancia que separa Marruecos de España aprovechando los días de niebla, miles de subsaharianxs viviendo en montes y colinas esperando, durante años, el momento de saltar, disparos en la frontera, cementerios flotantes, vallas triples de más de siete metros. Francisco Javier, taxista veterano, nos cuenta, al llevarnos a conocer el paso fronterizo donde más inmigrantes han fallecido, que algunxs internxs pueden llegar a estar hasta tres años encerrados en el CETI y que luego, cuando ya no caben más (hay unos 600 internxs en un centro preparado para 200), lxs llevan por otros CIEs de la península hasta que consiguen los medios y los convenios necesarios para deportarlxs. Increíble.
No tuvieron que esperar tanto, sin embargo, los protagonistas de la historia que quiero recordar hoy. Sucedió hace casi cuatro años, el 22 de octubre de 2008. Tras varios años de travesía por diversos países africanos desde su Sierra Leona natal y de espera tensa en Marruecos, Sony Benedu, su compañera Esther, de la que se enamoró a lo largo de su particular aventura, y la pequeña Gift, hija de ambos nacida en las noches de hambre marroquíes, consiguen embarcar hacia España con tal mala suerte que su cayuco zozobra en las frías corrientes del estrecho y tienen que ser rescatados por las fuerzas de seguridad. Fueron trasladados directamente a ese CIE de Málaga tan denunciado en estos días por sus ruinosas condiciones, certificadas por su precintado exterior a pesar de seguir lleno de reclusxs. Allí fueron separados, los hombres a un lado y las mujeres a otro, y, tras pasar aproximadamente 40 días internados, el Estado decide deportar, «por razones humanitarias» como dirá después la policía, a la madre y a la hija. Sólo se les pasó un pequeño detalle por alto: al no tener convenio de repatriación con Sierra Leona, deciden que enviarlas directamente y sin informarlas a Nigeria, a cinco países del suyo, es la mejor opción. Perdidas y solas, Esther y Gift Benedu, de cuatro años, no tienen forma alguna de avisar al padre de la niña de su paradero. Cuando este se entera, dos días después de la deportación, sufre una crisis de ansiedad que requirió asistencia médica, motivo por el cual es deportado al día siguiente también a Nigeria. Sony logra ponerse en contacto con la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga, la cual transmite su denuncia al CIE y exige responsabilidades al mismo, pero no consigue encontrar ni rastro de su familia. Tras tres meses desesperados de búsquedas, llamadas, investigaciones y vagabundeos en un país en el que no todo el mundo habla su idioma, descubre, con horror, la pista más probable del paradero de su compañera y su pequeña niña. Convencidas ellas de que Sony sigue encerrado en España, optan por retomar el camino de vuelta a Europa atravesando el desierto para llegar a Marruecos de nuevo y allí, esperar la oportunidad para saltar al continente y reencontrarse. Cuando Sony asume esta posibilidad, y se resigna al hecho de que es la única que tiene, decide lanzarse al desierto en un camino a ninguna parte en busca de su familia.
Esto es lo último que se supo de Esther, de la pequeña niña Gift y de Sony. Esta misma mañana, queriendo saber el final de la historia, me puse en contacto con Gerardo, de la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga, el cual me confirmaba cómo la última llamada que recibieron de Sony fue la que certificaba finalmente que se iba tras su mujer y su hija. Después, nada.
Estas historias, que, como decía al principio, parecen las de una película porque no queremos creer que sean verdad, son la crisis. Esto que permite nuestro Estado, con nuestra connivencia, es la crisis. Y no sale en las portadas de los periódicos, y no ocupa espacio en las tertulias de sabios, y no protagoniza los programas electorales. Sin embargo la calle, que ya sabe que tiene vuelve a tener voz, lleva una semana dando miles de #razonesCIErre. Mañana viernes saldrán a protestar en Barcelona y Valencia para exigir la clausura de estos pequeños Guantánamos patrios. Ojalá se consiga algo, aunque sea mover la opinión de los que aún no saben lo que está pasando. Mientras tanto, la niña Gift, seguirá recorriendo los desiertos de nuestra insolidaridad y de nuestra injusticia.